El Dragón Bombero
intenta apagar los fuegos
que prenden sus compañeros.
El Dragón Bombero es bueno,
mas ningún dragón te quiere
si apagas su horrible fuego.
El Dragón Bombero
está condenado a ser
un patito feo.
El Dragón Bombero
llora lágrimas de hielo
sobre los fuegos ajenos,
sobre los campos resecos,
sobre el mar de los espejos.
¡Dale una sonrisa fresca,
un beso de miel y viento
al Dragón Bombero!.
jueves, 24 de diciembre de 2009
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Muy buen blog.
ResponderEliminarEstan bueno que me he hecho seguidor.
Ahora visita mi blog y hazte seguidor tambien.
anandasi.blogspot.com
poemas a cien(zen)...cia cierta
Vaya antagonismo!
ResponderEliminarUn dragón bombero.
Naturaleza contradictoria en formato de rechazo.
Todo un despliegue de dudas.
Pero feliz de leerte amigo Xabier.
Unha aperta.
Al dragón bombero
ResponderEliminarcondenado a ser
el patito feo le
llegará la hora
de convertirse
en cisne.
Un abrazo.
Preciosa paradoja, Xabier.Me encanta la historia que narra tu poema.Un beso.
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