A flor de piel esas botas Gorila.
A flor de piel Mamá llora en la silla del salón.
A flor de piel me parte el corazón
pero la miro desde el suelo y sigo y no puedo parar.
A flor de piel mi recuerdo primero.
A flor de piel mi peor pesadilla sin razón.
Y entre patadas gritos llanto va quedando
mi mejor lienzo en las paredes blancas de Pardo Bazán.
A flor de piel de repente me agoto.
Rojo como un tomate casi quedo sin respiración.
Hay una incierta paz después de la tormenta
a flor de piel.
A flor de piel “yo no podía contigo”
me decía Mamá muchos años después.
Y esta cuasi-eterna rabieta suma y sigue
con nuevos trucos nuevas tretas pero ahora en mi interior
a flor de piel.
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