El
ojo
ojo
del gato
me mira
fijamente
desde la honda
negrura
de mi alma.
Hipnótico,
no puedo apartar
mi mirada de la suya.
Me engancha,
anzuelo del destino.
¿Adónde, adónde?.
¿Adónde me arrastras,
a qué profundas simas,
a qué altísimas cumbres,
a qué remotas playas
este juguete roto será arrojado
por la última tempestad?.
Todas las preguntas
todas las respuestas
todos los caminos
veo reflejados
en la pupila
selenita
del ojo
del
ga
to
Los ojos de los gatos,
ResponderEliminarpor mucho que creamos lo contrario,
siempre han llegado a ver más allá
de lo establecido.
Enhorabuena, amigo Xabier,
por este poema.
-Alexander Vórtice-
Me gusta tu poema,
ResponderEliminarsiempre he creído
que los gatos tienen
algo de enigmático.
Un abrazo