domingo, 11 de septiembre de 2022

A FLOR DE PIEL

A flor de piel esas botas Gorila.

A flor de piel Mamá llora en la silla del salón.

A flor de piel me parte el corazón

pero la miro desde el suelo y sigo y no puedo parar.


A flor de piel mi recuerdo primero.

A flor de piel mi peor pesadilla sin razón.

Y entre patadas gritos llanto va quedando

mi mejor lienzo en las paredes blancas de Pardo Bazán.


A flor de piel de repente me agoto.

Rojo como un tomate casi quedo sin respiración.

Hay una incierta paz después de la tormenta

a flor de piel.


A flor de piel “yo no podía contigo”

me decía Mamá muchos años después.

Y esta cuasi-eterna rabieta suma y sigue

con nuevos trucos nuevas tretas pero ahora en mi interior


a flor de piel.

miércoles, 15 de julio de 2020

MAMÁ


Mi madre me enseñó el amor más grande,
el de más adentro, el que siempre da.
Amor sin límite, tiempo ni edad.
Amor sin fecha de caducidad.

Amor que nutre, amor fetal
desde la entraña hasta el final
y aún más allá y aún más acá.
Fuente que nunca se secará.

Madre del mundo, tierra, sol, mar.
Madre por toda la eternidad.
Ángel de carne, calor de hogar.
Gracias por ser siempre Mamá.

viernes, 29 de abril de 2016

QUEDA

Cada instante cuenta,
cada latido, cada respiración,

cada ínfimo rincón de la memoria,
cada silencio, susurro, grito,

cada flor iluminando el fango,
cada matiz, cada victoria pírrica,
cada sonrisa, cada cicatriz

graba a fuego, a sangre y a misterio
en cada célula, átomo, galaxia
de este cuerpo sintiente, palpitante
huellas, rastros, estelas, epopeyas.

Escrito está.
Escrito queda.

martes, 19 de mayo de 2015

domingo, 29 de marzo de 2015

viernes, 31 de octubre de 2014

https://www.facebook.com/fernandoluis.perezpoza/posts/10204908922103651?pnref=story

lunes, 7 de julio de 2014

FLORES FRESCAS




Somos camino que se camina a sí mismo, somos el cambiante paisaje del camino, caminamos alegres bajo el sol y la lluvia, bajo nieve y tormenta, sobre hielo que quema, sobre fuego que hiela.

Caminémonos siempre desde el fin al comienzo, tu alma en mi alma, mi cuerpo en tu cuerpo. Caminémonos como si no hubiera un mañana. Seamos, pues, camino, sudor, bastón, posada. Dejemos sobre el polvo huellas jamás holladas.

Seamos luz que alumbra en la noche cerrada. Consumámonos como luciérnagas de nácar, caminantes de sueños, peregrinos al alba.

 Bebamos el rocío de la boca del Cielo que mana hasta la Tierra y sana las entrañas de estos cuerpos que juegan, de estas mentes que bailan, de estas almas que cantan y funden la distancia sin tiempo, sin espacio, dos, uno, cero, nada, y una dicha infinita que sube, crece, estalla y deja flores frescas sobre la almohada y su aroma embriaga y las besas y sientes ese gozo que eres, esa risa que salta.

Bailemos por siempre del fin al comienzo, una sola alma y un solo cuerpo. Estremecimiento que grita en silencio, néctar de los cielos que fluye sin freno.

Esencia de Tí que guarda el misterio que tú y yo sentimos, que tú y yo sabemos, que amamos, que somos y siempre seremos.